Ya me lo decía mi madre: Ay, hijo mío... ¿Y qué será lo próximo?

viernes, 5 de septiembre de 2008

PERIFERIAS 2




Mi blog desatendido vuelve a echar chispas.

En este momento, creo que la mejor manera de retomarlo es con Léolo, de Jean-Claude Lauzon.
Cruda, insólita y mágica película que vi en su día (1992) en plena efervescencia creativa y que, sin darme cuenta, ha vuelto ahora conmigo para el nuevo proyecto que tengo entre manos.

Si no la conocéis, os aconsejo que os zambulláis en ella. Eso sí, sin palomitas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me partí el culo a ratos con Leolo. Laura debía tener la regla el día que la vimos. Se quedó dormida hecha un ovillo en el sofá. En otros momentos de la peli pensé y mucho sobre la puta vida y desde entonces, lavo minuciosamente los tomates antes de comerlos.
Un abrazo amigo. Me alegra ver que el blog retoma su andadura.

Silente (Vicente Llorente) dijo...

Un abrazo por el "ciber-despacio"

Anónimo dijo...

¡¡Por fin!!
Se te ha echado mucho de menos por aquí.
Prometo ver la peli ahora que vuelven los mágicos tiempos de la introspección.
Un abrazo siempre...