Ya me lo decía mi madre: Ay, hijo mío... ¿Y qué será lo próximo?

martes, 4 de noviembre de 2008

LA ESPUMA Y LAS CANCIONES

A Nancy Morejón, mi “mamá” cubana



Detrás de la alquimia que convocas
se abre paso
-como fugaz y eléctrico rumor-
la piel que cruzó el océano
para poblar de luz tu frente.

Perdona mi color,
soy tu hijo.
La espuma fue licuando fronteras
y tejidos cutáneos con canciones
de canto universal.

Y así es que me sembró en veleta,
en papalote de tierra alicantina.

Aquí
en mi casa
-donde quiera que esté-
tendrás:
La ventana de airear los sueños.
La tormenta de hilvanar palabras.

Te dejaré
-matriz de mi dicha-
tu voz justa y tenue
sobre la mesa de Peñalver 51
junto a las llaves de África,
con el vaivén de un Baobab
peinando tu rostro virgen,
y el vestido más permeable
-recodo de un sillón de mimbre-
para mecer allí la quieta fe
de un día en que las madres
vuelvan
a heredar la tierra.




Elda, Alicante
8-10-2008

Tu vástago Vicente Llorente

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querido Vicente. Eres camaleónico como un "mal bicho".
Pero las palabras que salen del alma, no entienden de estilo ni de influencias. Por esto te admiro tanto...
Nunca podré agradecerte lo suficiente la invitación y la oportunidad que me ofreciste aquella noche de conocer a Nancy Morejón. Que "yayita" tan entrañable. La sabiduría del tiempo reflejada en sus arrugas y en esas manchitas tan simpáticas en el rostro.
Que noche tan mágica y entrañable. Al final acabamos en el monte mirando la luna y partiéndonos el culo de risa recordándo a esa otra escritora engreída que publicó con Visor y que casi te pega una padada en el culo por ser fumador. Menudo sentido del olfato tenía la tia.
Un abrazo, amigo

Silente (Vicente Llorente) dijo...

Ah, esa otra escritora engreída...
Qué divertida y dinámica, la pobre. Quizás lea estas palabras.
Si se da por aludida, mejor que se de por eludida.

De todas formas la entiendo:
A mí también me molesta el tufo a Channel Nº 5.

PD Gracias, amigo, amigo, amigo.