Ya me lo decía mi madre: Ay, hijo mío... ¿Y qué será lo próximo?

martes, 31 de diciembre de 2013

¿El 2013 escuece?

El calendario gregoriano es así y nos dice que el 2013 se acaba. Pues vale. Llegó con actuación musical en Alicante y termina con presentación literaria en Elda. En medio, publiqué mi tercer libro de poemas Degeneración en generación, mi primer Álbum Digital (lo anterior fue en formato físico) El camino más largo, el libro colectivo y subversivo a cinco mentes Libro libre, presentaciones en Madrid con Carlos Salem, en Cambrils y Barcelona con Ramón García Mateos, en Alicante presentándome a mí mismo, la participación como pianista y violinista en la obra Cernuda recita a Cernuda, de El silbo vulnerado, como fotógrafo en el libro Disociados (Roger Wolfe, Karmelo C. Iribarren, David González y El Ángel) y como prologuista en Todo descansa en la superficie, de Abel Santos.

Parecerá mucho pero no tenía nada de lo anterior a finales de 2012. Algunas cosas tuve que inventarlas. Otras, fue cosa de amigos que recordaron dónde estaba, como Damián Varea, con el que sigo trabajando en la música para la obra de teatro que dirige. Presentía un año difícil y lo anuncié así: el 2013 escuece. Ahora tan sólo añadiría unos interrogantes, porque ha sido un año de gratas sorpresas y superación. De hacer lo que tengo que hacer, pese a todo y a todos.

Este año hay que lamentar pérdidas humanas, referentes culturales o amistades, y eso es siempre duro. Eso de Vivir, como si no supieras a lo que has venido. Pero tengo cosas que hacer. Por ejemplo, no hacer nada.
Os deseo lo mejor. Gracias.

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